El zumbido y la niebla

Me parecen cuentos terribles, más terribles aún por lo bien que están escritos. Son historias escapan  a cualquier clasificación. Ahora bien, no puede negarse que la mayor parte de estas son francamente repugnantes, y creo que debería tomarse este adjetivo como un elogio, porque no cabe duda que es eso lo que se ha buscado. Remueven la consciencia y aterrorizan. Obviamente, no son historias para espíritus débiles.